Se recrudece la tensión entre Irán y Estados Unidos

El ataque a dos refinerías en Arabia Saudí el pasado fin de semana ha complicado un poco más las relaciones con Estados Unidos. El ataque fue reivindicado por los hutíes del Yemen, que reciben apoyo iraní. La CNN ha difundido imágenes por satélite de las refinería afectadas que demostrarían que el ataque provino del noroeste, Irak, donde Irán tiene aliados. Trump asegura que no quiere iniciar una guerra con Irán, aunque también aseguró que estar preparado y listo para responder, palabras que desde luego no han tenido un efecto tranquilizador. 

Estados Unidos culpa a Irán, a pesar de estar todavía investigando el asunto, puesto que no puede demostrar que el ataque provenga de Yemen. Las palabras de Trump fueron matizadas por Marc Short, jefe de Gabinete del vicepresidente, puntualizando que significaba varias cosas. Una que el país está ahora mejor preparado para manejar estos asuntos ya que Estados Unidos es exportador neto de petróleo, 16 millones de barriles al día, gracias a la desregulación de actual administración.

Irán por su parte ha vuelto a negar su implicación y también descartó que se pudiera producir un encuentro entre ambos presidentes, aunque Trump ha asegurado que no se ha agotado la vía diplomática.

El secretario estadounidense de Energía, Rick Perry, cree que es prematuro todavía saber si se tendrá que recurrir a la Reserva Estratégica de Petróleo, dotada de 630 millones de barriles, para compensar la subida de precios que se ha producido después del ataque, que ha tenido como consecuencia una reducción del 50% de la producción.