Reunión de Felipe VI y Raúl Castro en Cuba

El Rey Felipe VI se reunió con Raúl Castro de forma improvisada, fuera de agenda, en su viajae a Cuba. El primero que hace un rey español en 500 años. En palabras de Josep Borrell, una visita histórica, para que los españoles recuerden lo que fuimos en Cuba, lo que hicimos y cómo salimos de aquí. Se convierte pues, también en la primera reunión entre una autoridad española y el General del Ejército, que no recibió en privado a Pedro Sánchez.

La reunión se preparó después de la cena oficial que los Reyes ofrecieron a las autoridades y miembros de la sociedad cubana. En el discurso pronunciado, de forma clara, directa y contundente, el Rey pidió democracia para el país y defensa de los derechos humanos, e instituciones que respeten la libertad. El Rey dijo que los españoles habíamos aprendido que es en democracia como se representan y defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas y los intereses ciudadanos. El Rey subrayó la palabra acompañar, para indicar que contarían con el apoyo de los españoles en el camino a la democracia. Si las palabras produjeron alguna incomodidad, no se notó, el presidente cubano aplaudió.

La prensa no transcribió las palabras del Rey, pero sí resaltó que la visita suponía la consolidación de las relaciones fraternas entre España y Cuba. Después se produjo la reunión con Castro y Felipe VI, que nunca antes se había encontrado a solas y que supone un paso en la normalización de las relaciones entre ambos países.

La presencia de los Reyes en Cuba tenía dos objetivos, uno retomar las relaciones al más alto nivel y otro apoyar al empresariado español, que ve dificultada su tarea por las medidas de Estados Unidos contra la isla, y que el Gobierno español rechaza. Borrell admitió que tal vez esta visita no ha gustado en Estados Unidos, pero tampoco ha recibido ninguna queja.