Móstoles
Disidentes de las FARC, previsiblemente al mando del líder Mayimbú, han asesinado a más de una docena de indígenas Nasa, en Colombia, que se oponen al tráfico de drogas y negocios ilícitos en los que la guerrilla participa. Además de los daños personales, han atacado diferentes objetivos.
Con estas muertes ya se elevan a 52 las ocurridas este año. La oposición colombiana acusa al presidente Iván Duque y a su ministro de Defensa, Guillermo Botero, de incapacidad para impedir las muertes y de iniciar los programas de inversión agrícola que eliminen los cultivos de coca y marihuana, fuente del problema.
En la zona se han incrementado durante los últimos años las plantaciones ilegales y a pesar de las protestas de los indígenas, sigue sin recibir la atención necesaria del Gobierno para salir de su situación de pobreza extrema a la que se suma la violencia de los guerrilleros.
Un grave proglema que impide la actuación de los militares es que los Nasa rechazan el uso de las armas en su territorio, lo que dificulta su protección, para la que los indígenas aún utilizan sus leyes y costumbres, amparados por la Constitución. Es habitual que se enfrenten a los guerrilleros y narcos con bastones, símbolo ancestral de autoridad.
El asesinato de Taquinás Bautista, lideresa de los Nasa a manos de narcotraficantes, llevó al presidente del país a visitar la zona del Cauca, celebrar consejos de seguridad y anunciar un paquete de medidas que acaben con esta situación. Entre ellas enviar 2.500 militares a la zona, que los Nasa rechazan y poner en marcha hasta 160 medidas de caracter económico para revitalizar la región.
El Defensor del pueblo Cauca asegura que lo que hace falta es inversión social para acabar con la pobreza en la que viven los indígenas, que viven del cultivos que no tienen salida en el mercado, lo que facilita el narcotráfico en la zona. A su vez la falta de vigilancia permite que proliferen los cultivos ilegales que algunos indígenas apoyan como su derecho a producir cultivos propios y los que opinan que eso supone la perdición de su pueblo.
La Defensoría ha propuesto una reunión en Santander de Quilichao, para intermediar entre nativos y Gobierno y acabar con esta situación. La solución podría estar en que los militares vigilen los corredores del narcotráfico que no están en territorio Nasa y que en estos se consensúe alguna forma de colaboración en seguridad.
Formas de vida ancestrales que se enfrentan de una manera muy peculiar al problema de la violencia y el narcotráfico.
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