El Rey está desnudo, no, lo siguiente

Vuelvo a leer la publicación que compartió hace un año mi amiga Pepa Labrador en el Facebook. Eran las reflexiones de Ramon y Cajal en el 34, sobre el nacionalismo vasco y catalán. A parecidas conclusiones podría haber llegado ayer más de uno. Aunque también hay notables diferencias, en aquel momento el insigne Nobel de medicina llamaba a las cosas por su nombre. Hoy el equilibrismo dialéctico hace que muchos busquen la forma menos molesta de llamar chorizos a los chorizos, eso cuando directamente no nos callamos. En algún momento vamos a tener que llamar a las cosas por su nombre, es inevitable. La diferencia está en si cuando al fin nos arranquemos, aún servirá para algo o ya no tendrá vuelta atrás.

Creo que en muchos aspectos el estado de las autonomías ha traído cosas positivas, pero en el momento actual es un sistema fallido. Duela a quien duela lo es, se podrá decir de forma más políticamente correcta, pero la realidad es que es un puñetero desastre. Me repito y lo seguiré haciendo, porque es importante que se entienda de qué hablamos. España ha pasado de 799€ de gasto público per capita en 1980, 30 mil millones en total, a 10.600€ por cabeza y 500 mil millones totales en 2015. ¡QUINIENTOS MIL MILLONES! Para los de letras, con los años suficientes, son 83 billones de pesetas. 83 BILLONES!!! 

Para que nos hagamos una idea de la magnitud de la cifra, nuestro gasto público es superior al PIB de casi todos los países del mundo, exceptuando 23. Los 24 países primeros del ranking tienen un PIB superior a los 500 mil millones de euros, entre los que nos incluímos. Tenlo en cuenta la próxima vez que pienses que eres pobre: solo 24 países de 200, tienen un PIB superior a nuestro gasto público. No hay nada que lo justifique, y además viene con algunos efectos colaterales.

Un par de publicaciones antes de aquella, Manuel García García comparte una de El País titulada Sobrecostes y codicia. El artículo plantea algunos datos concretos, pero no hay que ser demasiado avispado para darse cuenta de que semejantes cifras de dinero en manos del españolito medio no es lógico, el dinero se malgasta de una forma obscena.

Aún no hemos sacado la cabeza del agujero y todas las CCAA están dando palmas con la música de la contratación pública, otra vez. Se quieren incorporar 300.000 nuevos funcionarios a la nómina del estado. Algunos serán interinos, que yo me cuestionaría muy mucho si son necesarios. Estamos en 2017, todas las organizaciones del mundo, sobre todo las privadas mejoran su funcionamiento, optimizan sus recursos, automatizan, cuentan con menos trabajadores. En España los ciudadanos cada vez hacemos más gestiones a través de Internet u otros medios automatizados. Una buena parte de la atención se subcontrata con empresas privadas. ¿De verdad son necesarios más trabajadores?

¿Alguien se cree que estas contrataciones tienen algo que ver con la eficiencia del sistema o con las necesidades de los ciudadanos? ¿No sería obligatorio conseguir esa eficiencia con muchos menos recursos? Así no hay salida. No la hay para las CCAA, para España, ni para la mayoría. Esto solo beneficia a los paniaguados, pero perjudica seriamente a los que van a tener que pagar el fiestón que nos estamos pegando: nuestros hijos. Es inmoral dejarles esta situación y semejante deuda. Al que vuelva a llamar al PP delante de mi liberal, le voy a poner a escribir 100 veces que es el liberalismo, porque no se parece en nada a un estado que crece sin cesar.

¿Cuándo le vamos a decir al rey que va desnudo?