El pasado era una mierda

El pasado era una mierda es una magnífica enumeración de las "ventajas" de vivir en otras épocas de la historia. Aunque este párrafo es un buen resumen, recomiendo encarecidamente su lectura.

"Hay quienes, por absurda idealización, creen que estos mundos del pasado podían ser mejores que el mundo presente. No lo fueron, jamás lo fueron: para la inmensa mayoría de quienes vivieron allí, constituían un infierno sólo aceptable porque no conocían nada mejor y porque creían a machamartillo en paraísos religiosos. Pero si a cualquier padre o madre del 300.000 a.C., del 30.000 a.C., del 3.000 a.C., del 300 a.C., del 300 d.C., y hasta del 1.900 d.C., le hubiesen dicho que llegaría un tiempo en que podría llevar a su hijo enfermo a un hospital con médicos científicos, antibióticos, TACs, analgésicos, de todo, y que luego se lo podría llevar curado a casa para bañarlo con agua calentita que sale de un grifo a precio ridículo –sí, ridículo: la leña y el carbón costaban el sueldo de un mes–, meterlo en una cama sin piojos, chinches o pulgas y darle de comer toda clase de alimentos y agua que no lo pone más enfermo... si hubiera podido comprenderlo, si hubiera podido vislumbrarlo, habría pensado que éste debía ser el paraíso de los dioses benevolentes prometido en sus profecías. Y desde luego habría firmado cualquier cosa con tal de estar aquí, no allí. Aunque no podía. No sabía firmar."

Este artículo es de esas joyas que se encuentran por Internet y que cuentan lo justo, en este caso para valorar lo que hemos logrado como sociedad, describiendo como era la vida en el pasado. Y como ocurre con este tipo publicaciones, los comentarios que genera son fundamentalmente de dos tipos: los estoy de acuerdo sin mucho más y los tú no tienes ni idea de que hablas, no expresado así exactamente, pero significando eso en el fondo. Como ejemplo este párrafo de uno de estos comentarios: "Una cuestion poco conocida del pasado, es que la gente necesitaba en general bastante menos trabajo para vivir, y que no se veian muchos de los ejemplos de explotacion laboral que contemplamos con la llegada de la civilizacion. Había mas enfermedades incurables, y tambien menos enfermedades provocadas por el hombre".

No me puedo creer que quien se expresa así lo hace por falta de comprensión lectora, que todo es posible, así es que si lo hace es o porque no tiene información suficiente, o por una cuestión puramente ideológica. Porque no hace falta tener 80 años para saber como era la vida hace unas cuantas décadas, en una casa normal, no en la de una familia acomodada, ni en una en el campo. La gente no trabajaba menos, al contrario, no dejaba de hacerlo durante todo el día, en ocasiones los siete días de la semana, desde antes del amanecer hasta después de ponerse el sol. Mucho más aún si se trataba de una mujer.

Le preocupa a este ser humano la explotación laboral en la actualidad. En este caso habría que remontarse un poco más atrás, el siglo XIX sirve como ejemplo, para encontrar explotación no, lo siguiente. Aunque no fueras un esclavo, en la práctica es como si fueras la propiedad de alguien y no tenías ningún valor, no ya como humano, ni siquiera comparado con un animal, todo dependía de cómo se hubiera levantado el que se cruzaba en tu camino. Tu vida o muerte podía depender de la decisión de algún hijo de puta caprichoso para el que valías muchísimo menos, por supuesto, que cualquiera de sus mulas, no digamos de un buen caballo.

¿Enfermedades provocadas por el hombre? Denme muchas de esas por favor, con los medios de los que dispone para tratarlas un hospital de un país en vías de desarrollo. Antiguamente, la gente tenía la mala costumbre de morirse de una intoxicación por ingerir agua o alimentos, por una pequeña herida mal tratada, una caries, durante el parto... En esto no es que hayamos mejorado, es que no es comparable de ninguna manera. El menos preparado y desmotivado de los médicos actuales le daría mil vueltas al más genial de sus colegas del XIX o de principios del siglo XX, su nivel de instrucción y medios no es comparable. No digamos ya al de los chamanes o incluso los más sabios de la antigüedad, un Paracelso o un Galeno, que sabían menos del proceso de las enfermedades que cualquier persona razonablemente informada hoy en día. ¿Tratarías la fiebre de un enfermo con sanguijuelas, como se hacía antiguamente?

Somos responsables de nuestra vida y nunca hemos vivido mejor, al menos como conjunto, así que disfrutemos de lo que tenemos y al que le apetezca que trabaje por seguir progresando. Los otros van a seguir pendientes del dedo que señala la luna desde sus insoportables vidas actuales.