Bolivia, elecciones sin Evo Morales

Ayer se promulgó la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Realización de Elecciones Generales 2020. Fue aprobada por el parlamento boliviano con mayoría del Movimiento Al Socialismo, (MAS), de Evo Morales. La medida pretende acabar con los enfrentamientos en el país.

Lo que se ha estado negociando es que ni Evo Morales, ni el ex vicepresidente Álvaro García Linera, pueden presentarse a las elecciones, y se abre el proceso para la inscripción de nuevas candidaturas. Esto permite al presidente del Comité Cívico, Fernando Camacho competir para conseguir la presidencia.

Morales había ganado todas las elecciones desde 2005, pero en 2016 se estableció una limitación para que no se convirtiera en presidente perpetuamente. Desde que forzó ese mandato fue perdiendo popularidad, lo que acompañado del fraude electoral denunciado por la OEA en octubre ha conducido a su renuncia como presidente y exilio en México.

La presidenta provisional, Jenine Áñez, ha asegurado que ha sido difícil alcanzar un consenso, pero que entre todos los parlamentarios se ha llegado a un acuerdo para un nuevo pacto social, y que se convocarán elecciones limpias, justas y transparentes.

Ahora hay que elegir a los vocales del Tribunal Supremo Electoral, TSE, que convocará las elecciones a partir del 22 de enero, en un plazo máximo de cuatro meses. Estará formado por dos indígenas y al menos tres mujeres, para un mandato de seis años. Una vez escogidos, tienen dos días para convocar las elecciones para elegir nuevo presidente y nuevos parlamentarios. Si no sale un claro ganador, que obtenga el 50% o supere el 40% con una ventaja de diez puntos sobre al anterior, se convocaría una segunda vuelta a los 45 días.