Móstoles
El origen del Covid-19 sigue siendo desconocido. Estados Unidos siempre ha mantenido la teoría de que se trata de un virus elaborado en un laboratorio chino, mientras que el Gobierno chino asegura que es un virus animal que saltó a los humanos en un mercado de Wuhan.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, también ha pedido explicaciones a China, para que aclare el origen exacto del virus. Lo que sí parece evidente por las informaciones que se van conociendo, es que el virus ya se había extendido por Europa antes de lo que parece. Así lo confirman los historiales de pacientes ingresados en hospitales, cuyos síntomas coinciden con los del Covid-19, incluso un mes antes de que oficialmente se diagnosticaran los primeros casos.
Tampoco parecen muy realistas las cifras que ofrece el Gobierno chino, de contagiados y muertos, inferior a la de países europeos, incluso de España, con una población similar a la de la provincia más afectada en China. Se ha sospechado desde un principio que las cifras se han minimizado y sobre todo se acusa al país asiático de haber ocultado la magnitud de la pandemia.
El Covid-19 ha contagiado hasta ahora a cerca de 3,5 millones de personas en todo el mundo y ha matado a 252.000. Ha provocado una crisis sanitaria sin precedentes, por la larga estancia de los ingresados en las UCI y la falta de material sanitario en la gran mayoría de países. Por no hablar de la crisis económica, ya que todos los paises se han visto de una manera u otra afectados por la reducción o parálisis de su actividad, de la que costará muchísimo salir.
La OMS también se ha sumado a la petición de transparencia en la investigación del origen del Covid-19. Estados Unidos sigue insistiendo en la necesidad de pedir responsabilidad a los culpables.
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